Los ingredientes que se necesitan para preparar esta receta son:
- 1 litro de leche.
- 200 gramos de arroz blanco (preferiblemente de grano redondo).
- 125 gramos de azúcar refinada.
- 2 ramitas de canela más canela en polvo.
- Varios trozos pequeños de cáscara de limón.
- 25 gramos de mantequilla sin sal.
Preparación paso a paso:
La leche
En tu olla suprema donde nada se pega, vierte el litro de leche con el azúcar, junto con las ramitas de canela y los trozos de cáscara de limón. Revuelve de vez en cuando, manteniéndolo a fuego medio.
El arroz
Mientras la leche toma calor, toca encargarse del arroz. Y es en este paso donde abuelas, reposteros, chefs, cocineros aficionados y todo aquel interesado en la materia tiene algo que decir, pues hay varias maneras de tratar previamente el arroz, y la que escojas determinará el resultado final que tendrá el postre.
Por lo menos hay tres formas de preparar el arroz con leche:
- La técnica del remojo. Hay quienes dejan el arroz en remojo de 20 a 30 minutos antes de comenzar a preparar la receta, desechando el agua del remojo una vez que se torne blancuzca.
- La técnica del lavado: hay quienes lavan el arroz en un colador dejándolo unos minutos bajo un chorro de abundante agua, hasta que el líquido blanquecino que suelta los granos se vuelva cristalino.
- La técnica de la cocción anticipada: hay quienes cuecen el arroz tal como se cocinaría para consumirlo como acompañante de otros alimentos, o incluso lo reciclan si les quedó sobrante de alguna otra comida.
Preparación:
Ahora fíjate bien cuándo la leche que tienes sobre la hornilla llegará a su punto de ebullición y romperá a hervir, pues justo en ese instante deberás agregarle el arroz bien escurrido que ya procesaste con anterioridad. Hecho esto, pon el fuego bajo.
El arroz se hinchará y ganará volumen por acción de la hidratación con la leche y mientras esto sucede tu trabajo será vigilarlo, cuidarlo y mimarlo, revolviéndolo de vez en cuando con una cuchara de palo. Si no lo haces, se pegará al fondo de la olla y correrá el peligro de quemarse y quedar incomible. Debes cocinarlo de esta manera durante 55 minutos.
Sabrás si tu arroz está listo cuando la leche se haya reducido considerablemente, aunque no por completo, adquiriendo una textura de arroz cremoso con granos tiernos. Si aún lo sientes duro, déjalo unos 5 minutillos más, pero siempre prevé que la leche no se haya secado en su totalidad, pues una vez retirado del fuego el arroz continuará absorbiendo un poco más de caldo hasta que logre asentarse. Si permites que la leche se vaporice por completo, te quedará muy seco, así que tantea la humedad.
Cuando consigas el punto medio entre ablandado, reducción de leche y humedad, retíralo del fuego y con cuidado escarba para extraer las cáscaras de limón y las ramitas de canela. Ahora lánzale la mantequilla dejando que se derrita con el calor y que se funda con el arroz caldoso conseguido.
¡Qué aproveche!
Ana Morejón